Te posaste en mi hombro
contemplando, me maraville
revoloteas tan grácil
tan efímera
Y ahí me cautivaste
con la candidez de tus alas
cual péndulo de hipnotista
pero con el encanto de un hada
Me ofreciste ambrosia
que pensé no volver
a tener en mis labios
ni en mi torrente vital
Tan mágica es tu presencia
que basta pensarte
para que un emisario tuyo aparezca
justo cuando estoy por enviar mío
Más sin embargo
no me perteneces
mas me permites el honor
de mostrarte a mi lado
y ser mi compañía.
Sin tiempo que perder
Hace 9 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario